¿Qué es la tos de la perrera y cómo proteger a tu perro?
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La tos de la perrera —también conocida como traqueobronquitis infecciosa canina— es una enfermedad respiratoria contagiosa muy común en perros. Afecta principalmente a la tráquea y los bronquios, provocando una tos en perros seca, fuerte y persistente, similar a la que se produce cuando algo “rasca” en la garganta.
Aunque suele ser leve, en algunos casos puede complicarse, sobre todo en cachorros, perros mayores o con el sistema inmunitario debilitado.
¿Cuándo hay más riesgo de contagio?
El contagio se da con facilidad cuando varios perros están en contacto cercano: en parques, residencias caninas, exposiciones, clases de adiestramiento o protectoras. De ahí su nombre, tos de la perrera.
Los virus y bacterias responsables (como Bordetella bronchiseptica o parainfluenza canina) se transmiten por el aire, al estornudar o toser, y también a través de objetos compartidos como bebederos, juguetes o correas.
🗓️ Mayor riesgo: durante los meses fríos y húmedos —especialmente en otoño e invierno—, cuando las defensas bajan y las aglomeraciones en espacios cerrados son más frecuentes.
¿Cómo reconocer los síntomas de la tos en perros?
El signo más característico es una tos en el perro seca, ronca y repetitiva, que a veces suena como si el perro quisiera expulsar algo. Además, pueden aparecer otros síntomas:
- Estornudos frecuentes.
- Mucosidad nasal o ocular.
- Pérdida de apetito leve.
- Cansancio o decaimiento.
- En casos más graves: fiebre o dificultad respiratoria.
👉 Si notas cualquiera de estos signos, es importante acudir al veterinario. Aunque la mayoría de los casos son leves, algunos pueden evolucionar a bronquitis o neumonía si no se tratan a tiempo.

¿Cómo se trata la tos de la perrera?
El tratamiento depende de la causa y la gravedad. En los casos leves, el veterinario puede recomendar:
- Antiinflamatorios o antitusivos, para calmar la irritación.
- Antibióticos, si hay infección bacteriana.
- Reposo y buena hidratación, para facilitar la recuperación.
Evita exponer a tu perro al frío o al humo, y no lo fuerces a hacer ejercicio intenso mientras tose. La mayoría de los perros se recuperan completamente en una o dos semanas.
¿Cómo prevenir la tos de la perrera?
La mejor defensa es la prevención. Aquí tienes algunos consejos prácticos para reducir el riesgo:
- Vacunación: existen vacunas específicas contra los principales agentes de la tos de la perrera, como Bordetella y parainfluenza. Son especialmente recomendables si tu perro frecuenta guarderías o parques.
- Higiene: limpia con frecuencia comederos, bebederos y juguetes compartidos.
- Evita aglomeraciones durante los brotes o si hay perros tosiendo en el entorno.
- Refuerza su sistema inmune: con buena alimentación, ejercicio moderado y revisiones veterinarias regulares.
La tos de la perrera es una infección respiratoria común pero controlable. Saber reconocer los síntomas y actuar rápido es clave para que tu hocico se recupere sin complicaciones. Y recuerda: con el seguro veterinario de Musky, tendrás el respaldo que necesitas para cubrir consultas, tratamientos y revisiones, sin preocuparte por los imprevistos. La vacuna contra la tos de la perrera queda cubierta con nuestro seguro:
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